Desde hace tiempo marcas como Google, Amazon o IBM están a la cabeza de la investigación y uso de la inteligencia artificial, ya que permite, entre otras cosas, mejorar la experiencia de usuario.
Pero no solo las empresas integran la inteligencia artificial en su negocio, sino que también los estados, que deben manejar miles de datos, la utilizan como parte de su estrategia geopolítica en el ámbito educativo o económico, por ejemplo.
En el ranking elaborado por Oxford Insights sobre los países en mejor disposición de implementar la inteligencia artificial en sus gobiernos, el Reino Unido figura en primera posición, seguido de Estados Unidos, Canadá, Corea, Holanda, Francia, Japón y Australia. España figura en el puesto número doce.
Por lo que se refiere a la aplicación de la inteligencia artificial en empresas privadas emergentes (startups), en el informe elaborado por Roland Berger y Asgard se estudian un total de 3.465 empresas y Estados Unidos figura en el primer lugar, seguido de China. A nivel europeo el país más destacado es Reino Unido. España se coloca en el puesto número trece.
Las empresas emergentes que surgen en el entorno de la IA se caracterizan por ofrecer productos y servicios utilizando:
- El aprendizaje automático (machine learning).
- El aprendizaje profundo (deep learning).
- El reconocimiento de imágenes.
- El procesamiento del lenguaje.
- Otras tecnologías avanzadas que tienen relación con la IA.
¿Qué es la inteligencia artificial y cuál es su origen?
Es complicado definir la inteligencia artificial. La definición más difundida en los últimos años es la de Robert Sternberg, psicólogo de la Universidad de Yale, que la define como la actividad mental que sirve para adaptar o conformar entornos relevantes para la vida personal.
La inteligencia artificial se compone, a su vez, de tres tipos de inteligencia distintos:
- Inteligencia componencial o capacidad de análisis. Supone nuestra habilidad de dirigir los procesos mentales y evaluar ideas, resolver problemas y tomar decisiones.
- Inteligencia experiencial o creatividad. Es la capacidad de crear nuevas ideas o combinar ideas que ya existen para crear algo nuevo.
- Inteligencia contextual o capacidad de adaptación. Esta inteligencia depende de las otras dos y supone la habilidad de buscar entornos adecuados para lograr nuestros objetivos.
En cuanto al origen de la inteligencia artificial, en el año 1956 se reunieron en Darthmouth College varios expertos que comenzaron a utilizar el término de IA y crearon la disciplina. Inicialmente las máquinas lograron jugar a las damas o resolver problemas de álgebra.
Sin embargo, con el paso del tiempo los creadores de la disciplina se dieron cuenta de que crear una inteligencia artificial equiparable a la inteligencia humana era difícil de conseguir. Con los años la disciplina ha evolucionado y cada vez tiene más aplicaciones prácticas.
La combinación de la IA con otras tecnologías
La inteligencia artificial aumenta su potencia cuando se combina con otras tecnologías como el Big Data, el internet de las cosas y el Data Mining o minería de datos.
- IA y Big Data. La generación de datos no cesa y es necesario analizarlos y clasificarlos. Con el Big Data los datos de convierten en información útil para las empresas y gobiernos. La base de la IA son los datos ya que los utiliza para crear algoritmos, es decir, la IA busca información de lo que le rodea y la utiliza para interactuar. Una de las aplicaciones es el machine learning que supone el aprendizaje automático de las máquinas. Con el aprendizaje automático se podrían analizar datos de clientes y de compras en una e-commerce para detectar nuevas oportunidades de negocio. El Big Data combinado con la IA ayuda a detectar patrones para seleccionar colectivos de usuarios en base a compras anteriores, edad, tipo de producto comprado o localización. De esta forma se podrá optimizar la producción, la logística y enfocar mejor la estrategia de marketing.
- IA e internet de las cosas. El internet de las cosas supone la conexión entre internet y los objetos. Por ejemplo, si un paquete de un producto se conecta a internet podría controlarse el stock de una e-commerce de forma automática.
- IA y minería de datos. La minería de datos también sirve como base a la IA y consiste en recoger grandes volúmenes de información de diversas fuentes para encontrar patrones. Por ejemplo, en una e-commerce se puede analizar la cesta de la compra de cada usuario y ofrecerle productos relacionados que puedan captar su atención; también se pueden analizar los comportamientos de compra según los días (festivos o fechas señaladas) para adaptar los precios.
Aplicaciones de la inteligencia artificial en las e-commerce
En base a todo lo anterior, podemos decir que la inteligencia artificial tiene multitud de aplicaciones para una e-commerce, por ejemplo:
- Algoritmos que reconocen imágenes. Se puede hacer una foto con la cámara del móvil y que mediante la inteligencia artificial se haga una comparativa de productos parecidos al fotografiado o de accesorios relacionados.
- Recomendaciones muy precisas. En función de los patrones de compra que tenga un usuario o de las búsquedas que haya realizado, pueden aparecer banners publicitarios personalizados. Por ejemplo, buscas unos zapatos en una e-commerce y al visitar otra página o entrar en las redes sociales te aparecen los zapatos de esa marca o de otra.
- Personalización de la experiencia de los compradores. La inteligencia artificial permite establecer casi un envío anticipado para tu e-commerce porque aprende de las compras anteriores y puede saber la marca, el rango de precios y el producto que comprarás.
- Asistencia en ventas. Para que la experiencia de compra online sea sencilla y más cercana se pueden utilizar chatbots que simulan conversaciones fluidas y aprenden de las interacciones con sus clientes.
- Rapidez en la entrega. La calidad y la rapidez en el envío son elementos clave en una e-commerce. La inteligencia artificial permite gestionar el stock para evitar que haya una rotura o que se produzca un retraso en la entrega. Por ejemplo, se puede establecer la ruta de entrega más rápida según los datos de localización del cliente, de forma que se reduzca la distancia y el uso del vehículo de transporte de la mercancía.
- Entrega inteligente. Es el caso de los armarios inteligentes de Amazon que son más seguros, y funcionan con reconocimiento facial y control remoto.
- Reconocimiento de voz. Se considera que esta tecnología supondrá un gran avance durante los próximos años para las e-commerce, ya que se podrán hacer búsquedas mediante la voz, pedir citas o hacer pedidos. La facilidad de uso permite que las compras sean más sencillas y rápidas.
La inteligencia artificial es una gran aliada de las e-commerce ya que permite ahorrar tiempo y costes. No solo es el futuro, también el presente si quieres que tu e-commerce sea competitiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario