Recomendaciones para la adecuación del sistema eléctrico nacional.

Recientemente el ingeniero Balmiro Villasmil participó en la comisión sobre la crisis eléctrica venezolana con el objetivo de comprender el estado actual del sistema eléctrico y de buscar soluciones viables a la actual crisis. 

Con respecto al primer objetivo, se constató que los proyectos desarrollados por la empresa cumplieron con la conexión respectiva a la red eléctrica bajo operaciones confiables y el entrenamiento al personal. 

Con respecto a la búsqueda de soluciones comparto la reflexiones y propuestas de nuestro ingeniero a la comisión:

La gran preocupación de los 16 mil megavatios radica en la mantenibilidad: 
Venezuela no cuenta con talleres hoy día que puedan apalancar los 16 mil megavatios de potencia  y por ello incurre en un importante desembolso de divisas para poder comprar las partes y los repuestos. Los principales suplidores se encuentran en América del Norte y Europa.
Seguiremos teniendo una alta dependencia tecnológica si no se desarrollan fuentes o vías de producción local de partes y componentes.

Por otra parte analizando el sistema eléctrico global, los 16 mil megavatios, descontando lo que es la producción de Tocoma, supone aproximadamente unos 14 mil megavatios de dependencia térmica. Esos 14 mil megavatios de dependencia térmica, (considerando que por cada 150 megavatios se consume 1 millón de litros diesel), esto puede dar una idea la visión de cuanto diesel necesitaría asignar el país a consumo interno. O se suple el diesel o se suple el gas cualquier modalidad son divisas que Venezuela se podría estar ahorrando si explorase otras fuentes de energía.

La diversificación de la matriz energética en Venezuela es necesaria por dos razones fundamentales: Los fenómenos climatológicos siempre van a existir, considerando inclusive los incrementos de temperatura a nivel mundial. Para nadie es un secreto que esto se traduce en una mayor evaporación, es decir, vamos a contar con menos agua. Otros países aliados como Brasil por ejemplo se han dedicado a la generación eólica como generación de complemento. Resulta que cuando tienes menos agua tienes mayor cantidad de viento cuando tienes mayor cantidad de viento puedes preservar mejor los embalses, producto de que la energía eólica generada permite preservar la cantidad de agua en los reservorios. Esos son los tanques de almacenamiento de energía lo demás una vez que pasa por las turbinas se convierte en potencia.
Tres puntos fundamentales de recomendaciones:
  1. Hay que focalizarse en los esquemas de planificación de la mantenibilidad de esas unidades con la debida mitigación de la dependencia técnica, hay que contar con expertos locales.
  2. Hay que desarrollar una diversificación de la matriz energética para evitar un alto consumo de combustible interno con un parque térmico que obviamente va a tener que ser requerido en la medida que las condiciones climatológicas afecten los embalses. 
  3. Ese proceso requiere una  revisión de inversiones a futuro para áreas estratégicas, fundamentalmente para aquellas plantas que están trabajando con diesel y que deberían están operando con gas.

Continuamos apostando e invirtiendo en la formación y la excelencia de nuestro capital humano que es sin duda, el componente fundamental y parte de la solución a los serios retos actuales. Me siento especialmente orgulloso del convenio firmado entre nuestra fundación y la Universidad Simón Bolivar.




El primer diplomado se entregó en septiembre de 2014 y desde entonces nuestra fundación continua patrocinando en su totalidad los diplomados en Fundamentos de Operación y Mantenimiento de Plantas Térmicas de Generación (cuarta cohorte) y Fundamentos de Protecciones Eléctricas de generación, Transmisión y Distribución (tercera cohorte). 



Estoy también orgulloso de compartir que durante la última entrega de diplomas, la Fundación aprobó cuatro nuevos diplomados, incluidos dos en las áreas de Confiabilidad Aplicada a Sistemas Electromecánicos y de Mantenimiento de Subestaciones Eléctricas.

Nuestras inversiones en la capacitación del capital humano se complementan con un ambicioso programa de inversiones en infraestructura e instalaciones. El Centro Tecnológico de Turbinas (CTT) es el Centro de Operaciones de la empresa a nivel nacional, sirviendo como centro de acopio de materiales y maquinaria pesada, almacén y taller mecánico, taller de fabricación, pintura, sandblasting, entre otros que permitirá dar una solución nacional a las necesidades de mantenimiento y mejorar nuestra independencia tecnológica. 

Seguimos comprometidos con Venezuela.

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